De la misma forma que no sales de casa sin el móvil y las llaves, no te recomendamos salir a la aventura con solo tu bicicleta y poco más. En este tipo de viajes, mejor que sobre que no que falte, pues los ‘por si acaso’ pueden salvarte de muchos apuros. A continuación, te dejamos todo lo que deberías considerar, casi rigurosamente, si estás pensando en hacer una ruta en bicicleta: ¡una buena preparación nunca está de más!
- Ten en cuenta el tiempo y los recursos de los que dispones
En primer lugar, es muy importante saber el tipo de ruta que prefieres. Si quieres comenzar y terminar en un mismo lugar, estamos hablando de una ruta circular, por lo que es suficiente con tu bicicleta y el material del que hablamos un poco más abajo. Si, en cambio, tu idea es la de una ruta lineal, ir de A a B, tendrás que agendar un transporte alternativo de vuelta.
En segundo lugar, analizar el tipo de bicicleta de la que dispones: las de cicloturismo son la opción perfecta para viajes de varios días, capaces de cargar con equipaje y bastante peso; mientras que las de gravel, hechas para circular sobre asfalto, tierra y grava, son una alternativa más ligera, que ofrece comodidad y resistencia, pero con un prospecto de corto plazo.
- Equípate: herramientas, botiquín y demás accesorios

Mejor prevenir que curar, ¿no es así? Una misma carretera puede llevarnos a los confines del mundo o dejarnos en la estacada, y en ocasiones, depende de nosotros superar los baches, como una rueda deshinchada, una herida infectada o una noche sin focos.
- Alforjas: colócalas encima de la rueda trasera o en la parte del manillar, y ya tendrás donde almacenar ropa de recambio, comida y otras herramientas. Son una comodidad necesaria que puede llegar a cargar de 20 a 30 litros. Eso sí, asegúrate de equilibrar el peso para no perderlo tú.
- Luces, timbre, chaleco reflectante e inflador portátil: especialmente si la ruta es por carretera compartida con coches, motos y camiones, estos elementos son un innegociable, pues te protegen y pueden llegar a salvarte la vida.
- Llaves Allen: un manillar, sillín o pedal flojo puede entorpecer el camino, desgastarte la energía y arruinar la experiencia. Con una llave de estas, podrás ajustar la bicicleta a tus necesidades y tu comodidad.
- Cámara de repuesto y parches: en caso de perder aire por pinchazo, estos resolverán el problema en un abrir y cerrar de ojos.
- Lubricante para cadena: mantener en buen estado tu vehículo es tan importante como las herramientas capaces de repararlo, o incluso más. Ser constante con el lubricado de la cadena evitará su desgaste y, lo más seguro, también accidentes futuros.
- Documentación: DNI/Pasaporte, tarjeta de crédito, dinero en efectivo, mapas e itinerarios, son algunos ejemplos.
- Botiquín: protector solar, protector labial, antihistamínicos, antinflamatorios, gasas y esparadrapo, un antiséptico para la piel tamaño viaje como la povidona yodada, tijeras, pinzas, repelente de mosquitos.
- Vístete acorde al clima
Un ciclista debe tener claro los básicos. Haga frío o calor, esto es lo que no puede faltar en su armario:

- Guantes de bici
- Chaleco reflectante
- Camisetas
- Maillots
- Cullote y pantalón de bici
- Cortavientos y/o chubasquero
En caso de someterte a bajas temperaturas o climas desafortunados, asegúrate de adaptarte a ello con tu vestimenta, en general, procura que las telas sean impermeables para prevenir que cale la humedad. Siendo más concretos, hacemos hincapié en las siguientes piezas:
- Camisetas térmicas
- Braga de cuello o buff
- Guantes de invierno
- Calcetines gruesos
- Polar y chaqueta ligera, pero de abrigo
- Pantalón largo para bici
- No descuides la alimentación y la hidratación
- Líquidos: mucha agua, bebidas deportivas y geles energéticos, con electrolitos que aceleran el proceso de absorción y permiten rehidratarte de forma casi instantánea.
- Sólidos: frutos secos y frutas como el plátano son fáciles de llevar y muy efectivas para el rendimiento físicos. En general, cualquier alimento alto en carbohidratos para ir reponiendo energía es válido, aunque también se recomienda tener a mano algunos más proteicos, que por comodidad puedes encontrar en formato barrita, para la regeneración del músculo.
- Y no te olvides de descansar
Todo dependerá de la duración del recorrido, pero es muy importante hacer parones para dejar que el cuerpo descanse y se recupere.
- Paradas puntuales: se trate de una ruta de un día o una de una semana, planifica con antelación varias paradas a lo largo del día. Estudia tu ruta y aprovecha para parar en localizaciones que puedan ofrecerte un lugar tranquilo o servicios como comida o aseos.

- Hospedajes: hostales y albergues son espacios muy frecuentados por ciclistas con una ruta de, al menos, tres días por delante. En caso de escoger hoteles, asegúrate de reservar con tiempo y calcular bien los tiempos y las distancias según tu velocidad de pedaleo.
- Acampadas: y si tu ruta tiene mucho verde y paisajes dignos de dormir a la intemperie, no descuides elementos como los siguientes: saco de dormir, esterilla aislante, almohada hinchable, tienda de campaña, silla plegable; ropa de descanso y recambio de ropa interior; cocina portátil e ingredientes o fiambreras con comidas ya preparadas.