Es uno de los imprevistos más frecuentes en el uso de un vehículo, por lo que es importante tener muy claro cómo hay que actuar.
Los neumáticos son fundamentales en la seguridad de un vehículo. Como elementos de desgaste, hay que someterlos a revisiones periódicas para que estén siempre en buen estado. Según las recomendaciones del RACC (Real Automóvil Club de Cataluña), conviene revisar la presión y asegurarse de que estén alineados. También es importante cuidar el mantenimiento de otros sistemas asociados, como los frenos.
La alineación correcta consiste en que las ruedas de cada eje estén paralelas, así como los ejes entre sí. Hay que ajustar el ángulo según los parámetros definidos para cada vehículo. Esta precaución disminuirá el desgaste de los neumáticos y evitará, además, que este deterioro sea desigual. La alineación puede desajustarse por efecto de los baches o la circulación por firmes irregulares.
Aun así, aunque el vehículo se revise a menudo siempre estamos expuestos a la posibilidad de un pinchazo. Estos son los consejos del RACC para actuar de la forma más adecuada.
En caso de pinchazo:
· En primer lugar, lo esencial es mantener la calma.
· Evita los movimientos bruscos.
· Frena de manera progresiva para reducir lentamente la velocidad.
· Maniobra con suavidad para apartarte de la zona de circulación.
Estos son los primeros pasos para evitar que el vehículo se tambalee, lo que podría provocar un accidente.
Hay que tener en cuenta que si el pinchazo afecta a alguna de las ruedas directrices, tendremos menor precisión en el giro. Por eso tenemos que maniobrar con movimientos suaves, sobre todo si estamos en una vía rápida.
Circular con el neumático deshinchado puede deteriorarlo de forma irreversible, lo que provocará que tengamos que reemplazarlo.
Soluciones y alternativas
Hay diferentes opciones para reparar el pinchazo o solicitar asistencia. Si usamos neumáticos con tecnología Runflat o similares, tenemos la posibilidad de conducir hasta un taller de reparación, siempre y cuando sigamos las especificaciones del fabricante para no dañar los neumáticos.
En los neumáticos convencionales, el RACC te recomienda varias soluciones posibles:
1. Cambiar la rueda.
Hay dos tipos de rueda de recambio: la de emergencia y la que es idéntica a las demás. Las primeras son de carácter provisional y no son aptas para circular a más de 80 km/h. Su función es acudir lo antes posible al taller de reparaciones. Este es un aspecto a tener en cuenta al adquirir un vehículo: ¿con o sin rueda de recambio?
La segunda opción (contar con una rueda de la misma medida como recambio), hay que tener en cuenta que tenga un dibujo idéntico al neumático de su mismo eje. En ambos casos, la presión tiene que ser la correcta.
2. Reparar el pinchazo con espray.
Algunos fabricantes equipan sus vehículos con un kit de reparación de pinchazos. Incluyen una espuma que sella la zona dañada y un compresor para volver a hinchar el neumático de forma provisional. Este sistema no permite circular a más de 80
km/h y no resulta viable en caso de tratarse de un reventón o de que el neumático haya quedado muy afectado.
3. Mecha o espárrago antipinchazos.
Este método te permite reparar a rueda sin necesidad de desmontarla y el resultado es más duradero que la solución anterior. Requiere localizar el agujero del pinchazo, extraer el objeto punzante y poner en su lugar una mecha sellante. Es recomendable acudir a un taller para una reparación definitiva.
4. El RACC te recomienda la opción más rápida y segura.
Llama a tu servicio de asistencia. Un profesional se encargará de valorar la mejor opción: trasladar al taller o realizar la reparación in situ.