No hace falta mojarse para pasarlo bien en vacaciones. España ofrece un sinfín de actividades para quienes disfrutan de la montaña, el aire libre o las ciudades con encanto desde otra perspectiva. Tanto si eliges caminar entre bosques, como si prefieres ascender a miradores, o probar a subirte a un teleférico, aquí van algunas propuestas para vivir el verano en contacto con la naturaleza… o a vista de pájaro.
- Senderismo: camina entre paisajes únicos
Esta actividad es una de las mejores formas de desconectar y reconectar al mismo tiempo. Caminar por rutas señalizadas te permitirá explorar bosques, montañas, costas o parques naturales a tu ritmo, disfrutando del paisaje y del ejercicio físico sin prisas. El senderismo no solo cuida del cuerpo, sino que también mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y proporciona una sensación de logro personal muy gratificante. Además, es apto para todos los públicos y gustos, con rutas familiares, otras más exigentes y muchas que combinan cultura y naturaleza.

Te recomendamos:
- Ruta del Cares (Asturias-León), un clásico en los Picos de Europa, conocido como la “Garganta Divina”, destaca por sus vistas espectaculares entre desfiladeros y un camino excavado en la roca.
- Caminito del Rey (Málaga), un paso elevado sobre cañones, que atraviesa el Desfiladero de los Gaitanes, a más de 100 metros de altura. Una experiencia que combina adrenalina, historia y naturaleza.
- Bicicleta de montaña: pedalea por rutas naturales y vías verdes
La BTT (bicicleta todo terreno) es perfecta para quienes buscan aventura, velocidad y aire fresco. Ya sea por senderos de tierra, caminos forestales, antiguos trazados ferroviarios o rutas de montaña, este tipo de ciclismo invita a disfrutar del ejercicio físico y de paisajes cambiantes a cada pedalada: ¡una aventura asegurada! Además, mejora la resistencia, el equilibrio y la concentración, y es ideal tanto si buscas una escapada de un solo día como si quieres embarcarte en rutas de fin de semana.

Te recomendamos:
- Vía Verde de Ojos Negros (Teruel–Valencia), con más de 160 kilómetros de recorrido, es la vía verde más larga de España. Perfecta para quienes disfrutan del cicloturismo relajado, con tramos accesibles para todos los niveles.
- Valle de Bohí (Lérida), situada en el Pirineo catalán, esta zona ofrece un espectacular entorno natural y cultural. Combina senderos de alta montaña con pueblos románicos declarados Patrimonio de la Humanidad. Ideal para combinar deporte, cultura y vistas inolvidables.
- Observación de aves: naturaleza en silencio
Esta actividad, también conocida como birdwatching, combina contemplación, naturaleza y conocimiento. Solo necesitas un par de prismáticos, algo de paciencia y respeto por el entorno. Aunque a simple vista pueda parecer una propuesta estática, es profundamente activa a nivel sensorial y emocional: se trata de aprender a mirar con calma, a reconocer cantos, movimientos y plumajes, y a dejarse sorprender por la vida que nos rodea, a menudo invisible en la rutina diaria.

Te recomendamos:
- Parque Nacional de Doñana (Huelva-Sevilla), un santuario para aves migratorias. Hay visitas guiadas en todoterreno y observatorios para admirar flamencos, águilas imperiales, garzas, cigüeñas, espátulas, entre otras.
- Delta del Ebro (Tarragona), con más de 300 especies registradas, está reconocido por su biodiversidad, siendo uno de los pocos lugares donde pueden observarse flamencos en grandes concentraciones, además de fochas, garcetas, cormoranes, charranes y aves limícolas.
- Teleférico: la ciudad desde el aire
Montar en teleférico es una forma distinta, cómoda y espectacular de descubrir paisajes desde las alturas. Ya sea sobrevolando una gran ciudad, cruzando valles naturales o ascendiendo laderas escarpadas, descubrirás una perspectiva única del entorno y vivirás una experiencia visual difícil de olvidar. Es un plan sin esfuerzo físico, perfecta para todos los públicos: incluidos niños, personas mayores o con movilidad reducida.

Te recomendamos:
- Teleférico de Fuente Dé (Cantabria), en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa, alcanza los 1.823 metros. Desde arriba, se abren panorámicas espectaculares sobre el Macizo Central, con rutas de senderismo alpino y la posibilidad de ver rebecos, águilas o incluso nieves tardías en verano.
- Teleférico de Montjuïc (Barcelona), asciende desde el puerto hasta la cima de esta montaña, permitiendo disfrutar de vistas sobre el mar, el puerto, la ciudad y el castillo. Una excelente manera de conectar cultura, historia y paisaje en un solo recorrido.
- Jardines botánicos: paseo entre plantas exóticas de todo el mundo
No hace falta salir al monte para disfrutar de la naturaleza. Los jardines botánicos, además de ser espacios verdes estéticamente cuidados, conservan especies en peligro de extinción, educan al público sobre la importancia de la flora, promueven la sostenibilidad y, en muchos casos, colaboran en programas científicos internacionales. Si este verano te animas a visitar un jardín botánico, podrás desconectar del frenético ritmo urbano, paseando sin prisa y reconectando con la naturaleza desde una perspectiva más tranquila y educativa.

Te recomendamos:
- Jardín Botánico Atlántico (Gijón), con colecciones dedicadas a la flora del norte peninsular. Su diseño recrea los ecosistemas característicos del Cantábrico, como los hayedos, robledales y humedales atlánticos.
- Real Jardín Botánico (Madrid), fundado en el siglo XVIII, es un oasis verde en pleno centro urbano. Alberga más de 5.000 especies vivas, además de conservar colecciones científicas de gran valor. Un imprescindible en el corazón de Madrid.
Como ves, el verano también puede ser contemplativo, silencioso y lleno de descubrimientos. Y lo mejor de todo: muchas de estas actividades son gratuitas o de bajo coste, ideales para disfrutar sin prisas y con todos los sentidos.