Viajes

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¿Todavía no has hecho el Camino de Santiago?

Cada año, millones de peregrinos deciden emprender una de las rutas más célebres del mundo. Es un viaje que lo tiene todo: naturaleza, historia, senderismo, literatura, misticismo, ejercicio físico, descubrimiento interior… ¿Qué hay que saber antes de dar el primer paso?

No importa si eres creyente o dónde has nacido, qué edad tienes o a qué te dedicas, si estás en buena forma física o si nunca has recorrido más de un kilómetro a pie: el Camino de Santiago es una experiencia que, sin duda, puede cambiar tu vida.

Camino Primitivo

En el año 829 un pastor descubrió un sepulcro en un paraje aislado, y ciertos detalles coincidían con lo que la tradición dictaba sobre la presencia del apóstol Santiago en la península ibérica. El hallazgo llegó a oídos del rey astur Alfonso II el Casto, que acudió al lugar desde su pequeño reino cristiano. El recorrido que realizó (desde Oviedo) es el más antiguo que se conoce.

El Camino Francés

A medida que fue extendiéndose por Europa la noticia de la tumba del apóstol se crearon diversas rutas (hay casi 300 variantes y 80.000 kilómetros de recorrido), pero el Camino Francés ha perdurado y sigue siendo la más transitada. Tiene su inicio en Roncesvalles o Saint Jean Pied de Port y atraviesa ciudades como Pamplona, Logroño y León. En 1993, la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad esta versión del Camino de Santiago, con ampliaciones posteriores que incluyen el Camino del Norte. Sin embargo, hoy puedes escoger la ruta jacobea que más te convenga (el Camino Vasco-Riojano, el Portugués, el Camino de la Costa…). Solo tienes que seguir las flechas amarillas.

La Catedral de Santiago de Compostela

El rey Alfonso II dispuso que se construyera un templo de piedra alrededor del sepulcro del apóstol. Con los siglos, esta edificación se convirtió en la catedral donde culmina la peregrinación. Es interesante consultar las fechas en que el botafumeiro va a estar en funcionamiento, porque son pocos días al año (excepto si es Año Compostelano).  

Nace una tradición

El símbolo más representativo del Camino de Santiago es la concha de la vieira. Se cree que se empezó a usar para señalar que el peregrino había finalizado el viaje con éxito (lo que antiguamente incluía volver caminando a casa). Durante la Edad Media se adquirió la costumbre de portar la capa, el bastón y la calabaza. Estos elementos cumplían una función práctica (como cumple hoy la ropa de abrigo o la cantimplora), además de servir como factor identificativo para acceder a la hospitalidad que, todavía hoy, forma parte de la experiencia.

Credenciales

El documento que demuestra que has cumplido el reto es La Compostela, que expide la Oficina del Peregrino de Santiago. Para obtenerlo necesitas haber completado los últimos 100 kilómetros a pie (o a caballo) o los últimos 200 en bicicleta, y contar con los sellos correspondientes. Este es un certificado de carácter religioso que tiene su equivalente laico en el Certificado de acogida a la ciudad de Compostela.

¿Se puede hacer en solitario?

Nunca está de más ir acompañado, en especial si es la primera vez que haces el viaje. Sin embargo, hacerlo solo es toda una experiencia, sobre todo si estás habituado a caminar.

Alojamiento

Hay tres tipos de albergues para el peregrino: públicos, privados y de donativo. Puedes decidir dónde vas dormir según tu presupuesto y reservarlo sobre la marcha.  

Antes de empezar la aventura…

  • Ten en cuenta cuántos kilómetros estás dispuesto a hacer.
  • ¿De cuántos días dispones?
  • ¿Qué posibilidades de albergue tiene cada itinerario?
  • Planifica cada etapa de forma que se adapte a tus posibilidades. El recorrido medio está entre 20 y 30 kilómetros diarios.
  • Consulta las temperaturas según la época del año.
  • El Camino está señalizado para recorrerlo de día: no viajes de noche.
  • Cuida el entorno, tanto el medioambiente como el patrimonio. No dejes desperdicios.
  • Los ejercicios de calentamiento serán imprescindibles en este viaje. Haz estiramientos y vigila los gemelos.
  • Tu mochila debe permitir que mantengas una postura corporal correcta. Asegúrate de que se adapta al contorno de la espalda y que el peso no supera los 10 kg.
  • No uses calzado nuevo. Es mejor que sea usado y esté bien adaptado al pie. Una buena opción son las botas de trekking.
  • El material más adecuado para los calcetines es el algodón.
  • Lleva un botiquín de viaje.
  • Tus puntos débiles son: rodillas, pies y tendones. Las lesiones más frecuentes son esguinces y tendinitis. Tienes que estar preparado para aplicar vendajes compresivos y pomadas antiinflamatorias.
  • Cuida tu alimentación (que sea ligera y que incluya hidratos de carbono) y mantente hidratado.
  • Vigila tus pertenencias.
  • Asegúrate de que familiares y amigos sepan con frecuencia dónde estás.
  • En caso de emergencia, llama al 112.

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