¡Llegan las vacaciones de Navidad! Y con ellas, los días festivos y muchas ganas de compartir nuevas experiencias con nuestros seres queridos. Una escapada de última hora puede ser una manera fantástica de convertir estos últimos días del 2023 en algo inolvidable. Más lejos o más cerca, te proponemos aquellos destinos donde las luces, los regalos y dulces, y las ferias y pesebres vivientes serán los protagonistas en la época más entrañable del año.

Hablar de la Navidad es hablar de nieve, tradiciones, comida y, por supuesto, Papá Noel. Todo eso se encuentra en Laponia, la región más septentrional de Finlandia. Esta zona de ensueño tiene todo lo necesario para hacer de tu escapada algo mágico: ya sea un romántico viaje en pareja, una experiencia individual de autodescubrimiento o una aventura familiar con niños. Laponia ofrece auténticos espectáculos naturales en los que perderse gracias a sus blancos paisajes, su fauna de cuento y, ante todo, las auroras boreales, que pueden admirarse especialmente durante esta época. La tradición y la gastronomía, influidas por países del entorno como Noruega y Suecia, tienen su propia identidad en pueblos indígenas como los samis. Finalmente, no puedes dejar esta mágica región sin hacer una visita a Papá Noel, el adorable anciano que, con ayuda de sus elfos y renos, reparte alegría a los niños del mundo.

No hay muchas cosas tan navideñas como un hermoso pesebre, y no hay una ciudad en el mundo que prepare estas representaciones y viva su tradición como Nápoles, al sur de Italia. En la Piazza San Gaetano, la Associazione Le Botteghe di San Gregorio Armeno inaugura una de las ferias de Navidad más antiguas del mundo, donde los belenes son sus protagonistas. El árbol de la Plaza Plebiscito ilumina la ciudad mientras sus visitantes disfrutan de un sinfín de dulces típicos de estas fechas que llenarán tu estómago y tu espíritu navideño: como el babà, el roccocò o el zeppole di Natale. El parque Robinson acoge el Parque Mágico de Santa Claus, donde los más pequeños podrán formar parte del equipo de elfos de Papá Noel. Imprescindible volver con una de sus figuritas para el pesebre como suvenir.

Si la posibilidad de cruzar el charco está sobre el mapa, resulta imposible no contemplar la opción de unas vacaciones en Nueva York. Sabemos que los norteamericanos lo hacen todo a lo grande, y la Navidad no es una excepción. La “capital del mundo” saca sus mejores galas en esta época y, junto a sus espectaculares rascacielos, brillan también las luces y árboles de Navidad. Te sentirás como en una película patinando sobre la pista del Rockefeller Center, buscando regalos en las ferias de Union Square Holiday Market o Grand Center Holiday Fair, y dando un paseo por el Central Park cubierto de nieve. No pueden faltar aquí espectáculos de la talla de “El Cascanueces” de Chaikovski o el Cirque du Soleil, y los conciertos de Mariah Carey. El fin de año en Times Square es otra experiencia inolvidable gracias a sus fuegos artificiales. En definitiva, la increíble Nueva York sólo hace que mejorar si se visita a finales de diciembre…

Dresde, la capital de Sajonia en Alemania, es una ciudad que se ha ganado más de un apodo a lo largo de la historia. Mientras algunos la llaman la Florencia del Norte por su espectacular arquitectura, otros se refieren a ella como la capital europea de la Navidad. Y no es de extrañar si tenemos en cuenta que, para viajar a los orígenes de su mercado navideño, el Dresdner Striezelmarkt, ¡tenemos que remontarnos a 1434! Desde entonces, la ciudad germana no ha hecho más que engrosar su tradición con un sinfín de eventos que incluyen un mercado con más de 200 puestos dedicados a la época más bonita del año, aderezados con carruseles y luces. Paseando por sus mercados en busca de algún adorno artesanal tallado en madera, puedes calentarte disfrutando de un buen vino caliente acompañado de sus ahumados y quesos típicos, o una rostbratwurst de la zona. Los villancicos serán también protagonistas durante la estancia, con conciertos nocturnos en las calles para entonar los temas de la temporada.

Entre las ciudades europeas que no pueden faltar a la hora de planear nuestras vacaciones navideñas se encuentra Viena, la capital de Austria. Los mercadillos navideños son también abundantes e inundan las calles y plazas, como el mercado de Rathaus Park frente al Ayuntamiento, iluminado por una preciosa noria. Los jardines del Palacio de Wilhelminenberg acogen pistas de hielo ideales para todas las edades. Pero sin duda, la música será la estrella en la ciudad que escuchó a Mozart, Beethoven y Strauss. El Concierto de Año Nuevo es la culminación de la temporada, aunque sabemos que sus entradas son casi imposibles de conseguir. Por fortuna, la capital ofrece un amplio abanico musical que incluye la ópera de Kursalon, los conciertos de la Iglesia de Santa Ana de Viena o el coro de “los pequeños cantantes”, que se remonta a los tiempos de Maximiliano I. Si acompañas todo esto de las galletas típicas weihnachtskekse y un buen abrigo, el resultado será magnífico.

Otro destino más allá del Atlántico, para quienes busquen unas Navidades libres del frío, es Punta Cana, en la República Dominicana. Disfrutar de unas fiestas calurosas con baños en playas de ensueño, relax y excursiones exóticas sin renunciar al espíritu navideño se hace una realidad en este paraíso terrenal. Ya seas más de aventurarte en islas vírgenes, descubrir la fauna haciendo submarinismo y disfrutando de pueblos y villas tradicionales; o por el contrario prefieras relajarte en un hotel “todo incluido” tomando el sol junto a la piscina antes de ir a cenar, Punta Cana es un destino ideal para despedir el año de forma tan atípica como divertida. Pese al cálido clima, no será extraño ver gorritos de Papá Noel coexistiendo con los bañadores más tropicales. La Navidad es una fiesta muy importante en este país acariciado por el Mar del Caribe: ¡el intercambio de regalos, los villancicos, y manjares como el cerdo asado o el pavo relleno y los guandules no faltan en esta época del año!

Cuando el viaje incluye niños, no hay mejor destino que Disneyland Paris. Si este parque temático inspirado en la compañía del ratón es ya mágico en cualquier época del año, la Navidad lo cubre con un extra de magia que llenará de ilusión los corazones de niños y adultos. Disfrutar de la nieve y los villancicos mientras paseas por Main Street USA con el castillo de la Bella Durmiente ante tus ojos, sorprenderte con sus atracciones entrando a formar parte de los clásicos de Walt Disney, disfrutar de encuentros con personajes entrañables como Mickey Mouse o el Pato Donald (con atuendos especiales para estas fechas) o hacerte con un nuevo adorno para tu árbol son algunas de las muchas cosas que hacer en el lugar más feliz del mundo. El parque cuenta con su propia parada de tren de alta velocidad si vas desde París, o puedes hospedarte en uno de sus hoteles Disney, decorados para conmemorar estas fechas.

Pero, desde luego, no es necesario irse lejos para disfrutar de unos días mágicos de Navidad… Y es que España tiene muchas ciudades que se llenan de luces y tradición en esta época final del año: un ejemplo de ello es Barcelona. La ciudad condal celebra estas fechas con su tradicional Fira de Santa Llúcia, frente a la Catedral, con más de 80 años de tradición. Muy cerca de allí podemos adentrarnos en Käthe Wohlfahrt, una espectacular tienda dedicada a la Navidad con mil adornos preciosos en su interior. La ciudad ofrece múltiples espectáculos: las luces del modernista Hospital de Sant Pau, el Pesebre de la Plaça Sant Jaume (este año de inspiración napolitana), conciertos navideños como el de la basílica de la Sagrada Familia, o el espectáculo “Naturaleza Encendida” en los Jardines de la Torre Girona de Pedralbes son ideales en esta época. Además, la ciudad contará con múltiples pistas de hielo para una velada divertida patinando, ya sea en la zona del Port Vell junto al Mediterráneo o en lo alto del parque de atracciones Tibidabo, con unas vistas insuperables de la ciudad.