Cuando vemos una película o una serie, tenemos claro que no es posible viajar en el tiempo o que los zombis no existen. Aceptamos lo imposible porque sabemos que es ficción. Sin embargo, el cine difunde datos erróneos que, a veces, acaban instalándose como ciertos en el imaginario popular. Algunos son tópicos tan entrañables que podríamos echarlos en falta si los guionistas dejaran de usarlos.
Balas sobre Hollywood
- A la hora de disparar, un silenciador no elimina por arte de magia todo el ruido que hace una bala. Minimiza la detonación, pero no la convierte en un susurro. Ni James Bond ni ningún asesino a sueldo podrían pasar desapercibidos al hacer su trabajo (y el truco de usar una almohada tampoco sirve).
- Disparar contra un candado puede ser contraproducente. Lo más probable es que siga cerrado, pero con la cerradura rota. O, peor aún, que la bala rebote y salgas herido. No es una buena idea.
- Un tiroteo en una habitación cerrada (por no hablar de un disparo accidental dentro de un coche, como en Pulp Fiction) puede ser ensordecedor. Literalmente.
- Los coches no explotan inmediatamente al recibir unos disparos, ni al dar un par de vueltas de campana. Ni siquiera es fácil conseguirlo cuando alguien dispara al depósito de combustible. La gasolina es inflamable, pero necesita oxígeno para arder.
- Un balazo en el hombro no es una herida superficial. Ni mucho menos. No basta con torcer el gesto y ponerse un cabestrillo para pasar al siguiente acto.
Los sonidos (falsos) que nunca fallan
- Las espadas no hacen ese «ssshing» tan impecable (y absurdo) al ser desenvainadas o cuando las agitas en el aire. Ni siquiera las catanas forjadas por Hattori Hanso.
- No es imprescindible que un micrófono emita un horrible acople siempre que alguien va a dirigirse al público. ¿Dónde están los técnicos de sonido?
- Los puñetazos suenan espectaculares en pantalla, pero no son realistas. En realidad, esa especie de chasquido es el resultado de combinar varios efectos sonoros.
- Los neumáticos de los coches chirrían constantemente, especialmente en las persecuciones. Cuesta imaginar escenas de este tipo sin ese ruido tan molesto.
- «En el espacio nadie puede oír tus gritos». Era la frase que resonaba en la publicidad de Alien. En el espacio tampoco puedes oír los disparos de las naves ni la explosión de la Estrella de la Muerte. El sonido no se desplaza en el vacío.
Mentiras arriesgadas
- No hay que esperar 24 horas para denunciar la desaparición de una persona. De hecho, es conveniente hacerlo cuanto antes. Por alguna razón, en muchas películas se dan muy malos consejos.
- No existe un «suero de la verdad» infalible, de efecto instantáneo y que provoque confesiones honestas y bien estructuradas. Como mucho, se trata de un sedante que dificulta la capacidad de mentir, lo que resulta poco cinematográfico.
- ¿Se puede dormir a alguien, a la fuerza, con un trapo empapado en cloroformo? La verdad es que este método es poco práctico: tarda varios minutos en hacer efecto, y puede que la víctima no quede dormida profundamente.
- Nadie puede usar los dientes para sacar la anilla de una granada. De hecho, la clavija es un sistema seguro, por lo requiere más fuerza que la que se necesita para (otro gesto de película) sacar el tapón de corcho de una botella. Puede que Terminator fuera capaz, pero Rambo hubiese quedado muy mal parado.
- ¿Cuál es el mejor camino para desplazarse por un edificio sin llamar la atención? Si eres John McClane y estás en La jungla de cristal, la respuesta es: a través de los conductos de ventilación. En el mundo real, estos no aguantarían tu peso, si es que cabes en ellos. Y, además, tus torpes movimientos retumbarían por todo el edificio.
Vida, milagros y explosiones cool
- La amnesia no es tan frecuente (ni tan oportuna) como les gusta sugerir a los guionistas. Y no basta con recibir un golpe en la cabeza.
- En los juicios reales no hay testigos sorpresa, ni pruebas de ultimísima hora, ni discursos que provoquen giros inesperados como el de Tom Cruise en Algunos hombres buenos. Por eso los juicios son tan emocionantes (en el cine).
- Nadie comete errores al teclear, aunque esté sometido a presión.Las frases aparecen en pantalla a toda velocidad, con una gramática perfecta y a la primera.
- Si alguna vez entras en un campo de asteroides, nunca será tan denso como en una escena de Star Wars. Lo más probable es que experimentes un paseo espacial con pocas probabilidades de colisión.
- La imagen de héroe mirando al frente y alejándose a cámara lenta de una explosión múltiple a sus espaldas… es un tópico muy emocionante, pero también un disparate inmenso. La onda expansiva provocaría algo más serio que agitar su melena al viento.
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