La necesidad alimenta el ingenio, y las limitaciones de espacio son una gran fuente de soluciones creativas. Es imposible multiplicar los metros cuadrados disponibles, pero sí se pueden aprovechar mucho mejor de lo que hacemos.
Las reglas más sencillas son:
- Asegúrate de que todos los elementos en una habitación tengan una función determinada. No acumules elementos porque sí.
- La luz natural ayuda a que un espacio parezca más amplio. Aprovéchala, por poca que sea, con paredes de tonos claros y superficies que reflejen. Sobre todo, ten las ventanas despejadas.
- Los espejos son un clásico para sugerir mayor amplitud.
- Elige los muebles en función del espacio que tienes. La clave es saber adaptarse.
- Aprovecha cualquier posibilidad para habilitar elementos empotrados, como electrodomésticos o muebles. Si tienes un pasillo, considera la opción de instalar un armario empotrado.
- Los colores neutros y claros aumentan la luminosidad de un espacio.
- Mantén el orden. Los objetos pequeños pueden, por acumulación, ocupar mucho espacio. Usa cajas apilables y contenedores para evitarlo.
- Separa ambientes. Divide un espacio para dormir del que dediques a sala de estar mediante, por ejemplo, una estantería.
- Usa una cama elevada. Esto permite aprovechar el espacio inferior para instalar un armario o un escritorio, por ejemplo.
- Gana espacio vertical. Aprovecha las paredes para instalar estanterías altas o busca soluciones creativas para colocar tus libros.
- Usa el espacio interior de sofás y sillones para almacenar. Hay una gran oferta de muebles con esta utilidad.
- Usa muebles plegables y multifuncionales: desde el sofá-cama hasta las mesas que puedan usarse para más de una función.
- Descubre instalaciones a tu medida en opciones como baños mini, lavamanos reducidos o un office multiusos.
- Las plantas pueden ser muy útiles, en especial las colgantes. No renuncies a contar con un toque natural en tu espacio.
- Piensa en una distribución equilibrada: desde los muebles y accesorios hasta los cuadros en las paredes. Evita la saturación.
- La clave más evidente es: ahorra espacio.
Este es el reto. Un piso de dimensiones reducidas ofrece más posibilidades de lo que parece a simple vista. Recuerda que, con imaginación, querer es poder.