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Cómo conseguir que tu ropa dure más tiempo

Es imposible que la ropa dure eternamente. Sin embargo, hay mucho que puedes hacer para prolongar su vida útil. Cada vez pasa menos tiempo desde que compramos una prenda hasta que la desechamos. Para evitar este despilfarro, estos son algunos consejos básicos para cuidar (e incluso elegir) la ropa.

Revisa las costuras

Parece obvio, pero si quieres que una camisa o unos pantalones te duren, asegúrate primero de escoger prendas elaboradas con tejidos de calidad. No des por supuesto que lo más caro es siempre lo mejor. Por eso vale la pena comprobarlo.

Antes de comprar una prenda, dale la vuelta y echa un vistazo. Si ves hilos sueltos, tira de alguno de ellos (con cuidado). Si la confección es pobre, es probable que se deshilache fácilmente. Otro truco consiste en mirar el tejido a contraluz. Cuanto más traslúcido sea, menos te va a durar.

Investiga un poco sobre tejidos

Todos los tipos de ropa acaban por desgastarse por el uso, pero unos duran más que otros. Algunos expertos apuestan por la longevidad de fibras sintéticas como el poliéster, mientras que otros prefieren fibras naturales como el algodón. Es aconsejable elegir tejidos que estén compuestos de una misma fibra al 100 %. Una prenda de algodón seguirá sin aguantar tantos lavados como una sintética, pero será más transpirable. Eso hará que sudes menos y, por lo tanto, que no requiera lavados tan frecuentes.

¿Ponemos una lavadora?

  • Frecuencia

Las faldas, pantalones o chaquetas suelen requerir menos lavados de los que les adjudicamos. En general, no es necesario poner estas prendas en la lavadora después de un solo uso.

  • Temperatura

Las etiquetas indican la temperatura máxima, no la recomendada. Puedes lavar a 30 grados en lugar de a 40 para que la ropa te dure más. Y, de paso, ahorrarás energía.

  • Ojo con el detergente

Un error que hay que evitar es usar demasiado jabón. La ropa no quedará más limpia, e incluso se deteriorará más rápido. Del mismo modo, los suavizantes pueden incluir sustancias que dañen las fibras. Intenta usar menos productos o busca ingredientes naturales.

  • Separa la ropa por colores y tejidos

Además de la clásica distinción entre ropa clara y oscura, lava al revés los tejidos más rígidos (como los tejanos) y los que tengan cremalleras y botones: así evitarás que se desgasten las demás prendas. En general, la ropa que vuelves del revés tardará más en decolorarse. También es útil usar una bolsa especial para proteger las prendas delicadas.

  • Opta por los lavados cortos

Los ciclos más fríos y rápidos protegen más de la pérdida de color, ralentizan el envejecimiento de la ropa y son más económicos y sostenibles.

  • Evita la secadora

Es mejor usar un tendedero que someter a la ropa a temperaturas extremas. Ten cuidado con exponer las prendas a la luz solar directa: acabarán por decolorarse.

  • Usa menos la lavadora

Lo cierto es que, si quieres que la lavadora no desgaste tus jerséis y prendas delicadas, la mejor opción es lavar a mano y secar al aire libre.

  • Hábitos sostenibles

Piensa que, además de prolongar la vida de tu ropa y ahorrar energía, con un uso racional de la lavadora también puedes reducir la cantidad de microfibras y tintes que acaban en mares y océanos.

Planchar también tiene su arte

Si no usas la plancha de la forma correcta, es mejor no hacerlo. La mejor solución es optar por una plancha de vapor. Y una regla sencilla: para eliminar las arrugas pequeñas es mejor ajustar la temperatura uno o dos puntos por debajo del valor recomendado.

Cómo almacenar la ropa

Asegúrate de que tu ropa esté en un lugar fresco y seco, y que tu armario tenga algo de espacio para respirar. Otra cuestión importante: usa perchas de calidad, a ser posible acolchadas para no deformar los hombros de camisas, vestidos y abrigos. Ten en cuenta que no hay que colgar en perchas los jerséis ni las prendas de punto.

Protege la ropa de calidad de la acción de las polillas. Además de los sistemas que puedes encontrar en el mercado, prueba con el aceite de cedro o los saquitos de lavanda para repelerlas.

No olvides el calzado

Protege el cuero de los zapatos con productos apropiados. Y, por supuesto, considera la opción de reparar o cambiar las suelas cuando se gastan. Son esas cosas que antes todo el mundo hacía.

(Casi) todo tiene arreglo

Poca gente cose y hace sus remiendos en casa, pero siempre tienes la opción de encargar todo tipo de arreglos de calidad profesional. La confección de toda la vida puede hacer mucho más que cambiar unas cremalleras o hacer un dobladillo. De todas formas, con un tutorial en internet (o, mejor aún, consultando a madres y abuelas) puedes aprender algún truco para defenderte con la aguja y el hilo.

Si no hay solución, es mejor reconocerlo Por muy manitas que seas, hay tejidos y prendas que no dan más de sí. Búscales alguna función útil o destínalos al reciclaje. Antes de donar la ropa a alguna ONG, piensa si vale la pena: no entregues unos harapos. Eso sería pasarle el problema a otro.