La nieve es la guinda del pastel de la Navidad, el acento de cualquier escapada de invierno. Y porque no hay postal ni público que se le resista, te presentamos los lugares perfectos y, sobre todo, cerca de casa, para que vivas la experiencia de la Blanca Navidad, la más mágica de todas. Paisajes deslumbrantes y actividades para todos los gustos te esperan en los seis destinos nacionales que te proponemos a continuación.
1. Arties (Vall d’Aran, Cataluña)
Catalogado como uno de ‘Los Pueblos más Bonitos de España’ en 2023, dentro del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña, destaca por unas vistas espectaculares durante todo el año. Es indiscutible el encanto que el invierno le da a esta villa, que cubre calles pintorescas, ríos y estructuras renacentistas. Durante estas fechas, el pueblo organiza mercados de segunda mano de material de montaña (5 de diciembre) y múltiples rituales navideños, como el encendido del árbol (5 de diciembre), la visita de Papá Noel (13 y 21 de diciembre) o la cabalgata de los Reyes Magos (5 de enero), perfecto si se viaja con niños.
Y si buscas emociones un poco más fuertes, a tan solo a 7 km se encuentra la Estación de Baqueira Beret, en la que, más allá de esquiar o hacer snowboard, se ofrecen paseos en trineo tirados por caballos, excursiones con raquetas de nieve, o rutas en orugas o máquinas pisanieves. Sin duda, Arties es un destino versátil con actividades para cualquier miembro de la familia, y bien comunicado con otros pueblos, en este caso, Vielha (a 7 km).
2. Benasque (Huesca)
Situada en el corazón de los Pirineos, en esta villa aragonesa ya son tradición los grados bajo cero y las nevadas frecuentes. Es el pueblo por excelencia de su valle, popularmente conocido como el ‘Valle escondido’. Desde recorrer la ciudad levantada en piedra hasta deslizarse a toda velocidad por la sedosa nieve, este lugar tendría que ser un imprescindible de tus vacaciones. Sus casas y calles lo hacen un lugar de cuento, pero también sus castillos, como la Casa de Juste, considerada por la UNESCO dentro de los Bienes de Interés Cultural (BIC).
Si quieres completar la experiencia, puedes visitar el pequeño pueblo medieval de Anciles (a 2 km), o Cerler (a 6,8 km), con sus pistas de esquí en lo más alto del Pirineo aragonés y un espectacular mirador para admirar Benasque. De hecho, la estación de Cerler es ideal para los más pequeños, por tener pistas llanas, pero también sorprende con otras actividades: motos de nieve o paseos en trineo tirados por auténticos perros nórdicos Huskyman.
3. Ezcaray (La Rioja)
A orillas del río Oja, se levanta la primera villa turística reconocida en La Rioja por su pequeña extensión y enorme belleza, así como por convertirse, durante estas fechas, en un auténtico paraíso invernal. Desplazarse unas pocas horas en coche desde Madrid, Barcelona o Bilbao hasta este rincón de La Rioja merece la pena, sobre todo, si cuando piensas en la escapada perfecta te viene a la mente la buena mesa, el turismo rural y los deportes de nieve.
Desciende las pistas de la estación de esquí Valdezcaray (a 20 minutos del pueblo) y recarga energías en el restaurante de dos estrellas Michelin El Portal de Echaurren, no necesariamente en ese orden. Y para cuando simplemente quieras disfrutar de las vistas y respirar aire fresco, te recomendamos dar un paseo hasta la Ermita de Nuestra Señora de Allende. Sin duda, un pueblo que quedará grabado en tu mente como el más cálido recuerdo.
4. Morella (Castellón)
En la provincia de Castellón encontramos esta joya medieval, donde la caída de temperaturas pinta su riqueza arquitectónica y paisajística de blanco. Y es que se respira otro tipo de magia cuando sus murallas y callejones recogen la nieve con majestuosidad. Y más allá de sus monumentos turísticos, cerca caen las estaciones de esquí de Javalambre (a 2 horas) y Valdelinares (a 1 hora), en Teruel, siendo dos opciones para esquiar barato en la península. No veas el largo trayecto como una pérdida de tiempo, sino como una oportunidad de disfrutar del espectacular paisaje nevado sintiéndote, más que nunca, como el protagonista de una película. En sus pistas, descubre tu yo más aventurero con programas de todo tipo: Snowfun, con guías y actividades pautadas, o Snowpark, para los que prefieren ir por libre.
5. Navacerrada (Madrid)
A 40 minutos en coche o a 5,10 € en autobús, puedes ir de Madrid centro a uno de sus pueblos más emblemáticos, Navacerrada. No habrá playas, pero los madrileños tienen aseguradas unas vacaciones nevadas en localidades como esta, que incluye el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
En esta villa, alójate por un moderado precio y gana por partida doble, disponiendo tanto del centro iluminado de Madrid, sus tiendas y su ocio, como de su Puerto (a 10km). En el segundo, no solo podrás esquiar o hacer snowboard, sino también disfrutar de rutas guiadas a caballo o recorrer el parque nevado en el Tren de la Naturaleza. Navacerrada será la localización perfecta si entre miembros de la familia hay gustos demasiado distintos, o si no os decidís a hacer una cosa u otra. Parece ser que, a veces, sí que se puede tener todo.
6. Sierra Nevada (Granada)
Cerramos el listado con las montañas más altas de Europa, después de los Alpes. Accesibles con vehículo propio desde Granada, este entorno es ideal para practicar senderismo y disfrutar de sus variadas flora y fauna marcando los blancos relieves. Además, se diferencia de los mencionados anteriormente porque, aunque la nieve abunde en el paisaje, los cielos despejados y el sol dan la sensación de que no hace tanto frío.
Si esquiar no es tu pasión, este resort ofrece desde montañas rusas, toboganes y trineos, hasta patinaje sobre hielo, camas elásticas y atracciones infantiles. Te sugerimos que aproveches la escapada para visitar los tesoros escondidos de sus alrededores antes de volver a casa: presencia las mejores vistas de Sierra Nevada y el valle del río Poqueira desde el pueblo de Pampaneira, o despídete del frío en el Balneario de Lanjarón.